Hemos llegado a puerto. Hemos completado la ruta a pesar de no contar con portulanos o cartas de navegación, de no contar con un viaje previo al que seguir las huellas. Es lo que tiene contar con los mejores profesionales, con directores deportivos de enorme talla personal y experiencia, imbuidos de valores –se ha hablado mucho de valores en estos días– como el respeto o la humildad; de talentos universales como la curiosidad o la capacidad para seguir aprendiendo cada día.
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La última jornada de esta fase presencial confirmó todo lo que habían apuntado las anteriores. Inició el turno de conferencias el doctor Víctor Láinez, médico de la selección española absoluta tras varias experiencias profesionales en categorías inferiores de la Federación y en el Joventut de Badalona. En su charla, además de incidir en las lesiones más frecuentes que aquejan al jugador de baloncesto en la actualidad, nos dejó sus impresiones sobre cómo debería ser la relación entre los servicios médicos y la dirección deportiva de un club.
Jordi Fernández, entrenador asistente de los Denver Nuggets, franquicia de la NBA, y de la selección española, nos presentó numerosas herramientas tecnológicas y estadísticas para valorar con datos más objetivos el rendimiento de los jugadores de cara a posibles fichajes o la hora de determinar el reparto de minutos, la duración y cuantía de los contratos,… De nuevo, al igual que sucedió con Xavi Schelling, la propuesta de Jordi Fernández dejó boquiabiertos a los presentes, quienes tendrán que aplicar grandes dosis de creatividad e imaginación para trasladar la filosofía y los métodos que, en realidad, son la verdadera clave del éxito de las organizaciones.
Jordi Martí, por su parte, director deportivo del Joventut de Badalona, nos presentó la estructura y el organigrama del mejor club de cantera de Europa, un equipo que, pese a las dificultades económicas y deportivas por las que ha atravesado recientemente, cuenta con el aval de contar con unas señas de identidad y una filosofía muy marcadas, una idiosincrasia dispuesta a resistir los embates de un huracán, por obstinado que este sea.
José Alberto Martín Manjarrés, gerente de la Federación de Baloncesto de Castilla y León y Pedro Brizuela, CEO de Gestiona y Proyecta, nos recordaron la importancia de profesionalizar la gestión e implantar un plan estratégico partiendo de un análisis de la realidad de nuestra marca, nuestra posición en el mercado y la definición de unos valores, unos objetivos y una visión. Es mucho, sin duda, lo que el baloncesto, refugio habitual de estructuras personalistas que funcionan gracias a la voluntad de sus miembros, puede aprender de la empresa privada.
Vía conferencia desde Los Angeles, California, tuvimos a Johnny Rogers, actualmente director of pro player personnel en los Clippers, una profesión que no existe como tal en nuestro país y de la que nos habló durante más de media hora ofreciendo un arsenal de ideas innovadoras a los alumnos.
Juan Ramón Vidal, experto en protocolo y relaciones institucionales encargado de encuentros de relevancia mundial como el Ironman de Barcelona, nos convenció de la vital importancia de su parcela a través de un sinfín de ejemplos y anécdotas extraídas de su experiencia en la organización de eventos, contextos en los que las instituciones abren las puertas de su casa y es esencial que todo esté a gusto del visitante.
Pedro Canales, por su parte, consiguió recabar la atención del auditorio al transmitir de un modo ordenado y sistemático todo el conocimiento acumulado durante una carrera de más de dos décadas ligada al marketing y la organización de instituciones deportivas en la que ha llegado a trabajar para la NBA. Por si aún no lo tenían claro, su clase terminó de convencer a los alumnos de la importancia del departamento de marketing en la vida de un club, no solo como generador de recursos, sino también en la consolidación de los valores de marca: su visión y la misión.
Finalmente, a Pedro se le unieron Eddy Vidal, speaker en tres ediciones recientes de los Juegos Olímpicos y en las últimas Final Four de Euroliga, y Chema de Lucas, uno de los periodistas más reconocidos del mundo del baloncesto, para completar una mesa de altos vuelos sobre la importancia de la comunicación dentro de un club, mesa que derivó en numerosas ramas relacionadas, todas ellas útiles para nuestros directores deportivos.
Para clausurar esta fase presencial del I Máster DIDE en baloncesto tomó la palabra nuestro jefe de estudios, Nacho Coque, quien parafraseando las palabras con las que un comandante de vuelo logró tranquilizarle en un día de niebla, dejó un mensaje clave a los alumnos: “siempre hay un hueco entre las nubes para un piloto honesto”. Lo mismo nos sucedió entre las olas y las corrientes marinas, ante el abismo que muchas veces representa lo desconocido y por el que avanzamos a pesar de todo hasta encontrar el puerto deseado y completar esta suerte de vuelta al mundo, este viaje para valientes que se sirvió de una tripulación excepcional en la que deben quedar incluidos todos los alumnos que un día, descansando en sus casas, dijeron “por qué no” y dieron un paso al frente para enrolarse en un buque que, a partir del 15 de septiembre, afronta su fase online.
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