La primera edición del Youth ProCoach finalizó con las fantásticas intervenciones de Antonio Pérez Caínzos, Jota Cuspinera y Sito Alonso.
Tenemos muchos motivos para sentirnos felices y orgullosos en este lunes de resaca, de vuelta a casa y aterrizaje en la realidad, cada uno en la suya. El primero es que el Youth ProCoach ha discurrido con total normalidad en lo sanitario, asunto principal. El segundo que se ha vuelto a comprobar la buena salud del binomio Sport Coach y Alqueria del basket, un binomio extensible al conjunto de Valencia Basket y a la Universitat de Valencia. Cada vez somos más.
La exigencia pesa y nos hace crecer
El tercero y principal es la satisfacción generalizada de nuestros entrenadores Youth, alumnos exigentes que nos obligan a responder a diario, sin tiempo para la autocomplacencia o la mediocridad, lo que a su vez nos fuerza a trasladar esta exigencia a los profesores, quienes ya saben lo que significa la llamada de Sport Coach, la cantidad de ojos que están mirándonos, las expectativas que nos empujan y responsabilizan.
De ahí que estos sean también los mejores, excelentes profesionales con experiencias en la élite que reconocen el contraste entre ambas categorías, los principios que guían una y otra y también las necesidades de los equipos de arriba. Tres de ellos, Antonio Pérez Caínzos, Jota Cuspinera y Sito Alonso, nos regalaron una mañana de ensueño abordando cuestiones complementarias yendo y volviendo de lo analítico a lo global, del detalle a la lógica más general del juego, y transmitiendo en todos los casos la pasión necesaria para comunicar, emocionar y, por lo tanto, enseñar.
La familia del baloncesto unida de nuevo
Pero no quería olvidarme de los alumnos “Youth”, quienes hicieron una apuesta con un doble de riesgo para acudir a Valencia y disfrutar de la fase presencial del curso, un valioso complemento de los materiales online que ya hemos empezado a subir a la plataforma y que propició numerosos encuentros entre los miembros de la familia del baloncesto. Una familia que, paradójicamente, se une cuando se forma para batallar en la temporada, dentro de los límites del respeto. Una familia que se une, decía, cuando conoce mejor de qué se trata esto del baloncesto y juzga sabiendo o, mejor aún, por saber más no juzga ni desprecia, sino que entiende mejor al otro.
Os lo merecíais, nos lo merecíamos
En definitiva, ha sido un auténtico lujo poder disponer de la mejor instalación posible, contar con el respaldo de los profesionales de Valencia Basket, recibir y acompañar a profesores con todo tipo de bagaje vital y profesional y poder demostrar que, aunque creemos en el modelo de formación a distancia en el que se basan nuestros cursos, también nos gusta la interacción que provocan eventos como este. Un evento, el Youth ProCoach, que os mereciáis. Que nos merecíamos.