Ya antes de viajar a Valencia, los alumnos habían señalado con una “x” la jornada del sábado. Abierta y cerrada por Diego Ocampo, como formando un círculo perfecto, lo cierto es que ayer disfrutamos de más de doce horas de baloncesto casi ininterrumpido de la mano de varios de los grandes nombres de la formación.
El azar, Zaragoza, Ocampo y Redondo
Curiosamente, quiso el azar que la presencia de Diego, coordinador, hasta ahora, de la cantera del F.C. Barcelona, coincidiera con el anuncio de su fichaje en Zaragoza, donde entre otros muchos aspectos deberá cuidar de los jóvenes que allí han ido surgiendo y creciendo de la mano de Porfirio Fisac. Ojalá pueda repetirse algún caso Porzingis, y ojalá, por qué no, que este pueda ser español, por el bien de nuestra selección.
También había sonado para terminar en el banquillo de Zaragoza el nombre de Paco Redondo. El ayudante del Real Madrid nos planteó algunas cuestiones interesantes a raíz de sus observaciones y de lo vivido en primera persona tanto en Joventut como en el equipo blanco, donde coincidió con Luka Doncic, probablemente uno de los retos más exigentes que se le puede plantear a un entrenador de formación.
Ideas defensivas de la mano del maestro Herrera
De gran cantera a gran cantera, en este caso la de Unicaja de Málaga. Allí, Antonio Herrera, con numerosas batallas tras de sí en ligas profesionales, se ha puesto al mando del proyecto de formación. Con su ponencia sobre la construcción de una defensa nos dejó claro que todos los detalles son importantes y que la seriedad y el trabajo son sus señas de identidad.
Siglo XXI, un ejemplo de metodología.
Esas señas también están presentes en el exigente modelo de “Siglo XXI”, un modelo de academia pensada para el desarrollo de jugadoras profesionales en el que Javi Torralba, su director e Isaac Pujol, entrenador del Liga Femenina 2, más muchos otros profesionales, invierten numerosas horas. Sus claves, además de la exigencia, residen en métodos que lleven al límite a la jugadora en el aspecto atencional y decisional, hecho por el que promueven ejercicios y estructuras con un alto grado de incertidumbre.
Visiones complementarias, no contradictorias.
Por la tarde se incorporaron a esta jam session, Nenad Trunic, representante de la escuela serbia, y Sito Alonso, uno de los mayores exponentes del baloncesto creativo y competitivo que en buena medida define a nuestros equipos. Sus visiones, lejos de presentar insalvables distancias, son ante todo complementarias. Fuentes, ambas, de las que hay que beber para poder aspirar a ser entrenadores completos con un conocimiento amplio del juego y el entrenamiento en formación.
Y así, de nuevo con Diego Ocampo en la pista, despedimos un día en el que casi de un modo hilarante, absurdo, como el de aquella genial obra de Scorsese, se nos vino a complicar la tarde. La tarde y la vida, con lo bien que estábamos con lo que sabíamos, con nuestros apuntes de los cursos de formación, copiando lo que hicieron nuestros entrenadores. ¿O no es así?