Para hacernos una idea del caudal de conocimiento de un profesor no hay muchos valores objetivos a los que nos podemos referir.
La idea, la sensación de que un docente sabe o no está habitualmente referida a una sensación subjetiva relacionada con su léxico, su capacidad para relacionar diferentes temáticas, elocuencia, facilidad para ilusionar a sus alumnos y un sinfín de matices relacionados con la comunicación verbal y no verbal.
Sin embargo, en el mundo académico hay una parte objetiva a la que se debe dar mucho valor por la dificultad y relevancia que entraña. Estamos hablando de la cantidad de artículos científicos publicados y de los libros en los que han participado esos ponentes.
Así pues, si sumamos su capacidad comunicativa y todos los valores que la rodean, amén de su interés en estudiar, investigar, escribir y divulgar, estaremos hablando de profesores excepcionales.
Los profesionales sin esa capacidad no podríamos evolucionar en nuestros trabajos; sin la iluminación de los estudiosos que nos marcan pautas sobre las que fundamentar gran parte de la parte empírica.
En este caso, hemos hecho un ejercicio matemático sumando todos los artículos publicados que acumulan nuestros profesores del Curso de Experto Universitario de SPORT SCIENCE. La cantidad, aunque no seas un especialista en la materia, es verdaderamente impresionante.
Ni más ni menos que 1.287 publicaciones científicas y más de 50 libros como autores y coautores. Sin citar las innumerables formaciones y cursos en los que han participado.
Sin duda, lo más ilusionante de este equipo de formadores es que combinan esa capacidad investigadora y ganas de compartir conocimiento con su trabajo práctico, en un entorno profesional de máximo nivel. Todos y cada uno de ellos y ellas están en activo. ¿Se puede pedir más de una actividad formativa?
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