Pese a la intensidad de la agenda deportiva, con los nuevos campeonatos europeos, el campeonato continental de atletismo, motos, tenis y, por supuesto, fútbol, acaparando la atención informativa en nuestro país, la gran noticia del fin de semana, al menos para nosotros, fue el triunfo de los Eastern Long Lions de Hong Kong en el A1 Championship, primer entorchado del equipo en este prestigioso trofeo y logrado, además, remontando un 0-2 en contra.
Edu Torres, 412 partidos en ACB, y Fernando Gordo, entrenador asistente, lograron levantar una renta que, estadística y emocionalmente, suele suponer una barrera infranqueable. Para conseguirlo, además de ajustar cuestiones técnico-tácticas, echaron mano de una serie de montajes de vídeo para resumir el mensaje que querían transmitir y focalizar la atención de los jugadores en aquellos aspectos que tenían que mejorar: esos que a la postre resultarían claves en la remontada.
“Veníamos de perder de veinte, realizando un partido correcto pero con bajos porcentajes y malas reacciones defensivas. Usamos los castellers como ejemplo de trabajo en equipo y también para reforzar la importancia de levantarse cuando las cosas no sales como esperas”
Así se empieza a remontar una eliminatoria, transportando una tradición cultural con coordenadas muy concretas y alejadas del país de destino, sabiendo que, a través de la universalidad de su idioma, pueden proyectar las emociones adecuadas, los aspectos que pueden darle la vuelta a la partida anímica, esa que subyace como un aspecto oculto hasta que, tarde o temprano termina aflorando y explicando todos los porqués.
De cara al cuarto partido, el cuerpo técnico preparó un vídeo con mensajes de ánimo de familiares y amigos (que, como es lógico, no podemos enseñar). En él se pretende restar presión al encuentro poniendo en valor la experiencia humana, las relaciones generadas, dando por hecho que estas sobrevivirán más allá del resultado, permanecerán con independencia del marcador. “No estáis solos”, recordaba.
No había mucho que hacer. Como tampoco en las Termópilas. El quinto partido era a domicilio y el reto parecía imposible. Como lo era también superar a los “inmortales” persas. De ahí que Fernando preparase esta mezcla de imágenes y sonidos en los que cada acción positiva de su equipo se mimetiza con la trayectoria de una lanza que alcanza al enemigo en la película 300.
Toda una demostración, en definitiva, del valor de las emociones, de los mensajes y sentimientos que unas cuantas imágenes, bien seleccionadas y montadas, pueden evocar. Un incentivo definitivo para utilizarlas a nuestro favor, como ya lo hacía Phil Jackson al frente de la nave de los Bulls antes de que ningún otro equipo lo hiciera, como lo hacen los grandes equipos en momentos puntuales de la temporada.
Muchas gracias, Fernando y Edu, por compartir vuestra #Sportinspiration y lanzar este guante a todos nuestros seguidores. Juntos, también nosotros, seremos más fuertes.