Para encontrar el Paso Cero en Baloncesto, debemos irnos a la decimotercera sección del décimo apartado del reglamento de la NBA, dedicado enteramente a las violaciones e infracciones, encontramos la normativa relacionada con los pasos y, más concretamente, un renglón que sigue dando mucho que hablar: “the first step occurs when a foot, or both feet, touch the floor AFTER gaining control of the ball”.
La diferencia semántica entre AFTER y WHILE, algo tan simple como eso, ha separado durante décadas los reglamentos de NBA y FIBA de una forma radical, con notables implicaciones en el juego y su enseñanza provocando, incluso, problemas de adaptación de los jugadores norteamericanos en Europa u otras ligas internacionales y viceversa.
While y After, dos palabras que han separado décadas los reglamentos NBA y FIBA
La FIBA decidió entrar en quirófano para, actuando al tiempo como cirujano y paciente, operar su propio reglamento y, tal y como reza el espíritu del cambio de normativa, acabar con una dualidad que tenía poco sentido.
Así, además de endurecer las normas relacionadas con las faltas antideportivas, ampliando su catálogo para evitar un uso cínico de las mismas, incluyó “to have a common worldwide travelling rule that better reflects the actions on the court” una copia literal del artículo contenido en el reglamento de la NBA introduciendo, sin citarlo, el famoso Paso Cero, “zero step” o “gather step”, tal y como se conoce en Estados Unidos.
Como adelantábamos, el poder de este renglón es inversamente proporcional a su breve extensión.
No en vano ha modificado, o debería, los contenidos de las planificaciones, metodologías de enseñanza, playbooks ofensivos y normas defensivas de los entrenadores, también las acciones ofensivas y defensivas de los jugadores y el juicio de los árbitros.
El paso cero no sólo influye en la técnica individual, sino también en la táctica colectiva y la defensa.
Su filosofía participa de la necesaria renovación del baloncesto en la búsqueda de un concepto más próximo al espectáculo y el entretenimiento que lo permita competir frente a una cada vez mayor y más variada oferta de ocio.
Quizá por ello, quienes dicen salvaguardar la pureza de nuestro deporte, argumentan en contra de esta medida describiendo este cambio como una apuesta por un baloncesto más físico en el que pierden importancia los fundamentos.
Pero no se trata de esto, más bien todo lo contrario. La “gather step rule” o Paso Cero inaugura un tiempo nuevo, extiende el número de posibilidades técnicas hasta una cifra de combinaciones posibles casi inimaginable.
Supone un reto coordinativo para los jugadores educados en la vieja tradición y uno, aún mayor, para los entrenadores de la parada en un tiempo, el reverso para finalizar con un pie en el aire y otras costumbres relacionadas con el viejo reglamento. También otro para los árbitros, que necesitarán educar su mirada.
A la vista de lo sucedido la pasada temporada, podemos afirmar que la fase de transición no ha hecho más que empezar.
Muchos entrenadores han entendido rápidamente las ventajas que supone esta nueva norma de Paso Cero en las recepciones en carrera y, principalmente, en la fase de contraataque, pero la mayor parte de ellos, a juzgar por los contenidos de la siguiente encuesta, aunque la muestra sea insuficiente, han preferido mantenerse fieles a su manera de entrenar y, tal vez por temor a lo desconocido, no adentrarse en este nuevo universo de posibilidades.
Estos mismos entrenadores valoran la adaptación de los árbitros observando una generalizada flexibilización que no se da, sin embargo, en todos los supuestos. Urge, para ambos colectivos, llevar a cabo una autocrítica.
Por lo que se refiere a los entrenadores, observamos que la mayor parte de ellos han optado por no modificar su metodología de enseñanza, su estilo de juego ofensivo ni introducir modificaciones significativas en su playbook, aceptando, de esta manera, bien que el cambio no ha sido tan relevante o que la técnica y la táctica pueden avanzar en paralelo, sin necesidad de encontrarse.
Sin embargo, antes de llegar a estas conclusiones, más bien tendríamos que preguntarnos si contaban con la información necesaria, estructurada y sistematizada, para ayudarles a llevar a cabo un aprendizaje lógico e intuitivo.
Es probable que tampoco hayan contado con esa ayuda, en forma de mentorización o asesoramiento, que todos necesitamos para afrontar situaciones de cambio.
Ante ellas, instintivamente, por desatarse una serie de factores estresantes, el ser humano se pone a la defensiva.
Desde Sport Coach Academy estamos convencidos de que si la norma del Paso Cero en Baloncesto aún no ha producido todos sus efectos en el juego es porque, más allá de nuestra exclusiva propuesta en forma de acciones formativas tanto en español, como en inglés no se ha puesto a disposición de los directores deportivos, árbitros entrenadores y jugadores una herramienta de enseñanza-aprendizaje adaptada a sus demandas y a sus posibilidades.
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