Una de las tareas principales de los entrenadores y por la que más éxito se logra, es por la capacidad de motivar y emocionar a nuestros jugadores. Y tú, entrenador, ¿cómo transmites emoción a tus equipos?
“Necesito sentir la emoción de la vida, la agitación alrededor de mí”.
Auguste Renoir
Los neurocientíficos cada vez lo tienen más claro: solo se aprende aquello que se ama. Sin emoción no hay aprendizaje, repiten, para hacer llegar su mensaje a todos los que de alguna manera transmitimos conocimientos, a quienes ejercemos la pedagogía dentro y fuera de las aulas. También avalan el aprendizaje cooperativo, destacando la cualidad social del cerebro, su mejora de rendimiento cuando se pone en contacto con otros cerebros.
Como entrenadores de baloncesto, la parte relacionada con el aprendizaje social nos viene dada por el contexto. Por otra parte, muchas veces hemos dado por sentada una motivación intrínseca del jugador que nos ha llevado a ignorar mecanismos de motivación, formas de cautivar la atención o a no integrar ese contenido emocional en nuestras sesiones, en la forma misma de liderar un grupo humano e inspirar a nuestros jugadores. Sin embargo, la propia competición, la entrada de objetivos de rendimiento relacionados en última instancia con sumas económicas o aspectos meramente materiales, ponen en cuestión los fundamentos lúdicos del juego.
Lo principal es, sin duda, trabajar el carisma, una virtud que tradicionalmente se pensó “don o regalo de los dioses” pero que, en realidad, está relacionada con aspectos sobre los que el entrenador puede insistir: su manera de estar con los jugadores, la confianza que transmita en sus posibilidades y, también, el afecto que demuestre por cada uno de los miembros de su plantilla.
La pretemporada es el momento idóneo para fijar el ADN de un grupo de trabajo, una manera óptima de conseguir que los jugadores puedan liberar sus emociones y ver incrementados sus niveles de motivación es la comunicación.
Nada mejor, para ello, que esos vídeos que podemos encontrar en la red con fragmentos de películas, documentales, hechos reales o campañas publicitarias que consiguen resumir en apenas un minuto de metraje todos los mensajes que queremos transmitir, todas esas emociones primarias que queremos que nuestro equipo refleje en su forma de estar en el campo durante toda la temporada y, especialmente, en los momentos de mayor presión.
Por eso, desde SportCoach hemos querido lanzar el hashtag #Inspiración en la que os ofrecemos compartir junto a nosotros esas pequeñas piezas de vídeo que aceleran el pulso y convocan todas las fuerzas latentes de los individuos, esas que tantas veces creemos que no existen pero que no dudan en acudir a nuestra llamada cuando la situación es límite o cuando la motivación es tan poderosa.
A continuación recopilaremos todas las aportaciones que habéis ido haciendo a través del hashtag #Inspiración.
Evaristo Pérez, entrenador burgalés de currículum de sobra conocido, nos plantea el siguiente vídeo a propósito de una emoción tan necesaria como limitante: el miedo.
Jesús Lucía Cortés, entrenador superior, nos invita a repasar la siguiente secuencia de “En busca de la felicidad” sobre cómo cuidar nuestro compromiso particular con los sueños.
Pablo Arévalo, por su parte, rescata un clásico entre los clásicos, el discurso de Al Pacino en “Un domingo cualquiera”, por si alguien hubiera olvidado que toda gran meta se consigue “inch by inch”.
Ramón Bosque, también entrenador de baloncesto, nos recomienda un interesante anuncio comercial, “you vs them” en el que se incide en el hecho de que, en última instancia, todo tiene que ver contigo.
Entrenador, ¿cómo transmites emoción a tus equipos? ¿Sabes de algún vídeo más les motive? Compártelo aquí o en nuestras redes con el hashtag #inspiración
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