Debido a su presencia en productos como el café o el té, la cafeína es, probablemente, el producto farmacológico más consumido por el ser humano (Shabir 2018). Diferentes estudios han observado un posible efecto antiinflamatorio de la cafeína, que sumado al que propiamente tiene la actividad física, hacen que la combinación de ambos factores pueda resultar clave. Descubre cómo la cafeína afecta al deportista.
Desde que la Agencia Mundial Antidopaje la readmitiera como sustancia legal en 2004, la cafeína es globalmente consumida para mejorar el rendimiento deportivo. La razón se basa en retrasar la percepción de fatiga, por la estimulación del Sistema Nervioso Central, lo que principalmente ha llevado a la mejora en el rendimiento en pruebas de intensidad submáxima (prolongar el tiempo durante el cual se puede realizar un ejercicio manteniendo la intensidad) (Davis 2003, Lieberman 2002). Aun así, cada vez hay más estudios que apoyan su uso en actividades de fuerza y potencia, basados en un mayor reclutamiento de fibras musculares y propagación del estímulo nervioso (Grgic 2018).
Toda sesión de actividad física con una combinación de intensidad y duración suficientemente elevada induce a una respuesta inmunitaria. Las citocinas son un conjunto de proteínas producidas principalmente por las células del sistema inmune debido a esta respuesta (Petersen 2005).
Encontramos muchos tipos de citocinas, pero por el tema que estamos tratando, nos centraremos únicamente en dos de ellas:
– La IL-10, por ser la citocina antiinflamatoria por excelencia.
– La IL-6, ya que es la primera citocina en aparecer en circulación postejercicio y es la más estudiada desde el punto de vista de la actividad física.
Toda sesión de actividad física con una combinación de intensidad y duración suficientemente elevada induce a una respuesta inmunitaria
Lluis Rodas Cañellas
La cafeína, tomada principalmente en cantidades de 6 mg/kg peso corporal, es capaz de potenciar esta respuesta inmunitaria que ya de por si nos ofrece la actividad física, aumentando en mayor medida los niveles de IL-10 (Rodas 2020).
El origen concreto que provoca este aumento no está del todo claro, aunque tres son los mecanismos más probables (Steensberg 2003, Della Gatta 2014):
– La IL-6 induzca, directamente, a un aumento de IL-10.
– Que el aumento de adrenalina, producido por el consumo de cafeína, provoque una disminución del flujo sanguíneo renal, provocando un descenso en la metabolización y eliminación de la IL-10.
– El aumento de IL-10 se de en el propio músculo, ya que se ha detectado una mayor expresión de IL-10 en el músculo activo. Además de actuar sobre esta citocina, la cafeína también provoca un aumento en los niveles de leucocitos totales y de neutrófilos, a pesar de que parecen estar más condicionados por la duración de la actividad.
Sistema inmune contra las enfermedades
Aunque históricamente el efecto de la cafeína sobre el sistema inmune se ha sustentado en pruebas predominantemente aeróbicas, en los últimos años ha ido ganando peso ser efectiva en ejercicios de fuerza y explosividad.
En el caso de los niveles de neutrófilos y leucocitos, no existe suficiente base científica para evidenciar un aumento de sus valores en pruebas cortas y/o explosivas (Grgic 2018). Pero algún estudio (Rossi 2017) ya ha demostrado como los valores de IL-6 aumentan en mayor medida tras la ingesta de cafeína, en ejercicios de fuerza. Este resultado, aunque no esté descrito por los autores, podría hacer pensar que induciría a mayores niveles de IL-10, por medio del mecanismo nombrado anteriormente.
Muchas veces confundimos el concepto “mejora del rendimiento” con únicamente observar valores de potencia, velocidad o porcentaje de pases ejecutados con éxito, sin tener en cuenta otros factores.
Competiciones como vueltas ciclistas por etapas o ligas, donde se juegan partidos cada 2-3 días, provocan un estrés muy elevado para el organismo. De hecho, muchos deportistas enferman tras poner al límite su sistema inmune.
Ya hemos comentado que la actividad física es capaz de inducir a un aumento de diferentes citocinas, pero no siempre es suficiente para mantener el organismo sano. Es por esto, que el consumo diario de cafeína podría ayudar a potenciar la respuesta inmune, por un aumento en los niveles de IL-10.
Por lo tanto, es indiscutible que disponer de mayores niveles de IL-10 no nos hará mejorar los datos de potencia, por ejemplo, pero tal vez sí nos permita estar lo suficientemente recuperado para poder desarrollarlos un día más, siendo importantísimo para conseguir nuestro objetivo.
Por otro lado, las microrroturas musculares que se producen tras un parón por lesión o por inicio de temporada, comúnmente llamadas agujetas, podrían ser reducidas con la toma previa de cafeína. El motivo, en constante estudio, sería que la IL-10 es un potente activador de unos macrófagos encargados de la reparación y regeneración muscular (Deng 2012).
El consumo diario de cafeína podría ayudar a potenciar la respuesta inmune, por un aumento en los niveles de IL-10.
En este artículo “Descubre cómo la cafeína afecta al deporte” hemos visto como puede ser una sustancia útil para mejorar la respuesta inmunitaria tras una actividad física, por el aumento de los niveles de IL-10.
Su uso, siempre más confirmado en pruebas aeróbicas, se va evidenciando cada vez más en ejercicios de fuerza, tanto para mejorar el rendimiento como para potenciar la respuesta inflamatoria.
Shabir, A., et al., The Influence of Caffeine Expectancies on Sport, Exercise, and Cognitive Performance. Nutrients, 2018. 10(10)
Davis, J.M., et al., Central nervous system effects of caffeine and adenosine on fatigue. Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol, 2003. 284(2): p. R399-404
Lieberman, H.R., Effects of caffeine, sleep loss, and stress on cognitive performance and mood during U.S. Navy SEAL training Sea-Air-Land. Psychopharmacology, 2002. 164: p. 250-261
Grgic, J., et al., Effects of caffeine intake on muscle strength and power: a systematic review and meta-analysis. J Int Soc Sports Nutr, 2018. 15: p. 11
Rossi, F.E., et al., Caffeine supplementation affects the immunometabolic response to concurrent training. J Exerc Rehabil, 2017. 13(2): p. 179-184.
Petersen, A.M. and B.K. Pedersen, The anti-inflammatory effect of exercise. J Appl Physiol (1985), 2005. 98(4): p. 1154-62
Caffeine supplementation induces higher IL-6 and IL-10 plasma levels in response to a treadmill exercise test. Rodas, Ll., Martínez, S., Aguiló, A., Tauler, P. (2020). Journal of the International Society of Sports Nutrition, 17 (1): 47
Steensberg, A., et al., IL-6 enhances plasma IL-1ra, IL-10, and cortisol in humans. Am J Physiol Endocrinol Metab, 2003. 285(2): p. E433-7
Della Gatta, P.A., et al., Effect of exercise training on skeletal muscle cytokine expression in the elderly. Brain Behav Immun, 2014. 39: p. 80-6
Deng, B., et al., IL-10 Triggers Changes in Macrophage Phenotype That Promote Muscle Growth and Regeneration. The journal of immunology, 2012. 189:3669-3680
Lluís Rodas Cañellas
Graduado en Bioquímica. Facultad de Ciencias. Universitat de les Illes Balears
Experto Universitario en Nutrición y Alimentación Aplicada al Deporte. Universidad de les Illes Balears
Máster Universitario en Salud Laboral (Prevención de Riesgos Laborales). Especialidad en Seguridad en el Trabajo, Higiene Industrial y Ergonomía y Psicosociología aplicada. Universitat de les Illes Balears
Cursando Doctorado en Investigación Traslacional y Salud Pública especializándose en estudios sobre los efectos de la cafeína y la actividad física.
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