Sin duda justo cuando muchos equipos acaban las competiciones, y los jugadores aceleran para sus merecidas vacaciones, los responsables de la arquitectura de los equipos comienzan su temporada -si es que descansan-. Comienza el verano, es tiempo de Directores Deportivos en Baloncesto.
DECIDIR CUANDO TE LA JUEGAS MÁS
Es sin duda una de las primeras presiones de la siguiente temporada que sufren los directores deportivos. Clasificarte para los playoffs, objetivo de cualquier club de élite, puede resultar una desventaja para los Directores Deportivos, puesto que la competición puede complicar la perspectiva de analizar las necesidades, incluso pueden cambiar algunas de las que la temporada regular te ha mostrado.
Un tiempo competitivo de máximo nivel en el que los que no se la juegan cuentan con la ventaja temporal de poder comenzar su ingeniería mucho antes.
Hay innumerables ejemplos de equipos que no han logrado clasificarse para la fase final de una temporada, y la siguiente han logrado un enorme resultado, basado -en muchos casos- en una mejor planificación en el que tiene un gran valor la ventaja “tiempo”.
Aunque parezca un mal consuelo, una mala temporada es una pequeña ventaja competitiva para el curso siguiente. Una primera oportunidad que tienen los directivos en este tiempo.
BALANCES “CALENTITOS”
Todavía están moviéndose las sillas de la última reunión, casi se escucha el sonido de la última canasta que nos ha permitido conseguir -o no- el objetivo que definimos allá por el verano anterior.
La urgencia a veces puede causar malas pasadas, y los buenos directores deportivos se toman un tiempo de reflexión antes de comenzar a tomar decisiones. Un buen balance permite vislumbrar claramente los resultados, y esto -irremediablemente- debe estar separado del calor de las últimas sensaciones de competición.
Una mala temporada es una pequeña ventaja competitiva para el curso siguiente
Un balance en el que además del terreno económico, de suprema importancia, deben incorporarse otros muchos elementos de análisis que gracias a la tecnología tienen un amplio espectro de estudio.
PRIMERAS REUNIONES CON EL “COACH”…SI LO HAY
Un buen patrón debe asegurar que su barco tiene el mejor capitán posible, y esto es -probablemente- una de las primeras tareas claves que debe acometerse en este tiempo de directivos.
Si existe entrenador con contrato, deberá estar reflejado su rendimiento en el balance que comentamos en el punto anterior, y tener los datos muy bien analizados antes de enfrentarnos cara a cara con él.
Si el buque está sin capitán, qué mejor momento para echar las redes a la persona que reúna los criterios que coincidan -lo más posible- con los del club,
Esto, que parece una obviedad, a veces se pasa de largo en muchos casos por la presión de fichar al entrenador.
Fichar al entrenador puede ser trascendental y dar una enorme estabilidad a los directores deportivos durante la temporada. Tomar una buena decisión a este respecto merece la pena sopesarla con tiempo y análisis de datos.
Si hay entrenador con contrato, estas reuniones iniciales deben servir para contrastar los balances de ambos (directores deportivos y entrenadores) para tener una mayor capacidad de toma de decisiones, ver puntos en común y divergencias.
¿RECONSTRUCCIÓN, REFORMA o PULIDO?
Tres ideas claves que en tiempo de directivos debe ser una margarita a deshojar que irá de la mano del balance final que hagamos de la temporada; aunque a veces, a pesar de que el análisis de la dirección deportiva pueda ir en una dirección, la decisión final de la directiva puede ir en otra.
Encontramos tres acciones posibles:
a) Reconstrucción: para equipos que tienen que empezar prácticamente de cero, cambiando “hasta al apuntador”.
Posiblemente se incluya que el director deportivo se estrene en ese club, incrementando la dificultad de tener que conocer al tiempo que decidir y, por supuesto, acertar.
b) Reforma: es el proceso que la mayoría de los equipos afrontan, modificando todo aquello que no funcionó, intentando cambiar sin grandes fluctuaciones un proyecto que más o menos ha funcionado.
Aquí es clave moverse rápido en un mercado que en las primeras fechas empieza a colocar fichas a todo trapo.
c) Pulido y abrillantado: reservado para aquellos “casos de éxito” que han conseguido un altísimo grado de satisfacción y que se centrarán en incorporar esas piezas que necesitan para lograr la “perfección”.
Evidentemente son los procesos más caros económicamente, ya que la cirugía de búsqueda exige una perfección casi total.
Hasta aquí una primera entrega de Tiempo de Directores Deportivos de Baloncesto. En la siguiente hablaremos de las siguientes escalas del tiempo de directivos: guion, fichaje de actores,…
Gracias por leernos.