¿Es suficiente con saber mucho? Conoce 7 cualidades insuficientes del entrenador en la élite y que no bastan para sobrevivir a la jungla de la competición más absoluta.
“Ojalá Rubi siga muchos años en el Betis porque es muy buen entrenador”
Garitano, entrenador del Athletic de Bilbao, horas antes vencer al equipo de Rubi.
1.Ser un buen entrenador
Dominar el método de entrenamiento, los ejercicios, las cargas de trabajo y hacer una buena programación de conceptos resulta un trabajo sórdido, de laboratorio, muy bien valorado entre entendidos en la materia y que te puede hacer respetar para el aprendizaje de la profesión.
Pero, por muy importante insignificante ante el devorador llamado marcador.
2. Alto conocimiento táctico
Algunos entrenadores presumen de ser una enciclopedia táctica, siendo capaces de buscar conexiones entre sistemas de juegos separados en décadas. Son capaces de descifrarte, explarte y hasta opinar sobre una inmensa cantidad de aspectos tácticos.
Sin embargo, cuando el marcador dicta el final, de un partido, tu conocimiento táctico tampoco es arma suficiente para argumentar un resultado adverso.
3. Domina la psicología
Algunos entrenadores tienen una extensa formación en aspectos psicológicos, son capaces de reconocer causas y motivos, analizar y compartir lo que la teoría propone y hasta, en un caso hipotético, poner en marcha/prueba tal propuesta.
Sin embargo, en el fragor de la batalla suele dejarse el bloc de notas en el banco, y recurre a impulsos provocados por la presión del marcador.
4. Gran gestión del vestuario
Pocos pondrán en duda la capacidad de algunos entrenadores de saber llevar vestuarios profesionales con maestría, haciendo que sus jugadores se sientan orgullosos, implicados y hasta participes de los mismos objetivos que su entrenador.
Lo que ocurre es que el resultado que muestre el marcador al final de un partido puede hacer que toda la gestión salte por los aires, e incluso -y en el peor de los casos-, sea objeto de mofa de ese grupo de acérrimos realistas externos.
5. Capacidad técnica excelsa
Hay otro grupo de entrenadores que destacan por dominar su deporte desde los detalles, probablemente por haber sido exjugador cuenta con cierta visión privilegiada de lo que ocurre dentro del campo.
Sin embargo, ese quizás excesivo dominio puede generar constantes expectativas incumplidas, cierto desazón, jugadores recelosos… Y lo que más nos ocupa, que no tenga ninguna trascendencia en una argumentación tras un resultado final en competición.
6. Trabajo-Trabajo-Trabajo
Hay entrenadores que desde la primera rueda de prensa empezar a utilizar esas palabras cual mantra que trata de hipnotizar a la audiencia, aunque resulte a todas, todas, un elemento intrínseco en la propia tarea de entrenar.
Tal obviedad, como no puede ser de otra forma, fallece en el intento de protagonismo competitivo; puesto que, a pesar de lo que decía el malogrado Manel Comas -aquello de que “la palabra éxito solo está antes que el trabajo en el diccionario”-, lo segundo no asegura lo primero.
Una vez más, el marcador tirará por tierra los “mantras currantes” que hacen del trabajo, una cualidad insuficiente en el entrenador de élite.
“El éxito solo está delante del trabajo en el diccionario”
Manel Comas
7. Carrera de éxito
Cómo dice cierto eslogan bancario, “rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras”, y aunque esto sea un buen argumento, e incluso carta de presentación para agarrar un buen contrato, o hasta permita ciertas dosis de paciencia en las directivas y afición, el entrenador experimentado sabe que esta “cualidad” -si se puede llamar así- es en absoluto estéril ante la extraordinaria fuerza de un marcador adverso.
Por tanto, estas pueden ser 7 cualidades insuficientes de un entrenador en la élite y os lanzó esta pregunta: ¿Cuáles serían las cualidades esenciales e imprescindibles para entrenar en la élite?
En un próximo post daré mi visión al respecto, mientras tanto pueden participar en el debate.
Gracias por leernos.