Seis entrenadores de la RBA estarán en Valencia durante la celebración del Youth Procoach. Antes de que nos veamos allí, Jorge Campomanes, impulsor y entrenador, ha querido explicarnos en qué consiste este nuevo y ambicioso proyecto. Descubre la RBA, Rialto basketball academy y sus entrenadores
Tras un tiempo apartado del baloncesto, un deporte al que le ha dedicado los mejores años de su vida, Jorge Campomanes ha recuperado la ilusión de la mano de un proyecto, el de la Rialto Basketball Academy, que representa un sueño para todos los que nos dedicamos a la enseñanza de este juego. No olvida citar a Gonzalo Márquez y Eladio Rico, propietarios y gestores, dos entrenadores con un firme compromiso con el baloncesto que consiguieron dar forma a la idea.
No ser un club nos permite salirnos de las dinámicas del día a día de los equipos y entrenar de forma personalizada
Las jornadas empiezan temprano en los cuarteles generales de la RBA, unas instalaciones envidiables (también cuentan con un piso para alojar a los que necesiten desplazarse) a disposición de los jugadores y los entrenadores. También un preparador físico y un entrenador mental. Por allí pasan desde jugadores profesionales como Saúl Blanco o Ángela Salvadores, hasta alevines, pues la clave reside en la individualización de los procesos. De ello se encarga principalmente Evaristo Pérez, ex seleccionador nacional femenino y coordinador del Programa PLATEA de Sport Coach Academy, toda una garantía.
Jorge es optimista en cuanto al futuro de la academia en un mundo “postpandemia”, pues cree en la compatibilidad de los entrenamientos individualizados con las dinámicas de los equipos, del mismo modo que cree en las clases particulares como complemento a la buena labor de los docentes en las aulas de colegios e institutos. También cree que la academia puede contribuir a la justa valoración de la figura del entrenador, una vieja reivindicación de nuestro gremio.
La academia
Tras dedicar los primeros días a la realización de pruebas de nivel para generar grupos homogéneos, hemos empezado a diseñar horarios atendiendo a esta cuestión. La instalación, con tres canastas de altura regulable, nos permite adaptarnos a cualquier necesidad. Y desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche, prácticamente cada hora, tenemos grupos de trabajo.
Evaristo Pérez se ocupa de la dirección deportiva. A nivel global tenemos pautas, pero de lo que se trata es de individualizar el trabajo de los jugadores. Queremos partir de la necesidad del jugador. No actuamos como equipo, lo que nos permite salir de las dinámicas propias del día a día de los clubes. La lógica es la del aprendizaje individualizado.
La cultura del entrenamiento individual
Cuando abandoné la idea de dedicarme en exclusiva a entrenar, la principal razón era, precisamente, la ausencia de esta cultura. Dedicando tres horas y media a la semana, nadie puede tocar el piano delante de un público. Podrás comprar un piano y tocarlo, pero es imposible ser un virtuoso. Yo creo que hay una demanda cada vez mayor, chicos que quieren alcanzar metas como llegar a la selección autonómica o simplemente ser mejores.
Evidentemente, cuando en el pasado intentamos implantar programas de este tipo nos encontramos con numerosas complicaciones, principalmente la ausencia de sitio. Nos tocaba hablar con colegios que realmente no veían esta necesidad, reunirnos con instalaciones públicas con sus propios condicionantes, negociar con directivos de otros ámbitos para poder conseguir financiación. Pero una vez salvadas estas cuestiones gracias a la gestión de las personas antes mencionadas, te das cuenta de que la demanda estaba ahí y de que la satisfacción con nuestros servicios es cada vez mayor.
Si piensas en jugadores que pasan por la academia, como Ángela Salvadores o Saúl Blanco, te das cuenta de que toda su vida orbita en torno al baloncesto.
Entrar en nuestra academia permite a los jugadores disponer de los entrenadores que nosotros quisimos y no pudimos tener en nuestra época como jugadores, y yo creo que permite desarrollar todos los aspectos del juego, también los psicológicos, pues para ello disponemos de un entrenador mental, que trabaja sobre posibles bloqueos mentales, y también los físicos, pues nuestro preparador está constantemente llevando a cabo pruebas para valorar las cargas y evaluar las posibilidades de mejora en este campo.
La diferencia entre los que llegan y los que no
Es evidente que muchos jugadores quieren llegar, yo mismo lo deseé. Pero yo fui el primero que no entendí lo que suponía o exigía. Si pienso en estos (se refiere a Saúl Blanco o Ángela Salvadores), te das cuenta de que su forma de vida y sus prioridades orbitan en torno al baloncesto. Sus hábitos están centrados en cuidar su cuerpo. Muchos cadetes o junior dejan de estirar correctamente, dejan las rutinas, pasan los meses de verano y no se cuidan.
Saúl, precisamente, viajó en coche desde Francia por temas relacionados con la pandemia y, tras dieciséis horas de conducción al día siguiente estaba entrenando. Ángela, por su parte, se desplaza desde León a menudo, entrena, se queda unos días, regresa. No es solo entrenar, es todo lo que implica. Es fundamental que el jugador entienda que se tiene que cuidar. El aspecto físico es fundamental. El otro día decía Rafa Martínez que su continuidad dependerá de sus rodillas y, en este sentido, los entrenadores tenemos que saber controlar la carga, lo que se está haciendo, y seguir formándonos en todos los campos, de ahí que seis de nosotros vayamos al Youth Procoach.
Por la experiencia de alguien muy próximo a mí, que llegó a rozar la élite del fútbol nacional, vi cómo el cuidado del cuerpo y la nutrición son temas fundamentales que yo no supe atender. Te das cuenta de que no vale con entrenar tres días a la semana, animar a los chicos y ganar partidos en tu provincia o tu región, pues eso significa lo que significa, pero tenemos que entender cuál es el nivel de la competición y cuántas horas le estamos dedicando al día.
El perfil de los entrenadores
Yo creo que prácticamente todos los entrenadores podrían llevar a cabo esta labor y están capacitados para ello. Y no solo por los cursos de formación, por todo lo que te enseñan y te hacen dudar. Para trabajar en un lugar como este y trabajar con jugadores ambiciosos, lo fundamental es que el entrenador quiera ser el entrenador que él hubiera querido tener cuando era jugador. Lo fundamental es ponerse en la piel de los chicos y chicas que vienen aquí y conocer sus motivaciones.
Para nosotros es fundamental ir al Youth Procoach con la mente abierta
Creo que el mayor error que estamos cometiendo en el baloncesto de formación, aunque puedo entender que la élite ofrece unos beneficios que la formación no, es poner a entrenadores inexpertos con jugadores jóvenes. Necesitamos ponerlos con gente mayor y más veterana.
¿Entrenadores individuales en dinámicas de equipo?
Esto puede pasar en grandes estructuras, pero es verdad que el vínculo emocional que se genera con los jugadores, aporta unos beneficios incalculables a la relación y a su rendimiento, pues el foco no se centra tanto en el resultado. Lo normal es que los jugadores adquieran unos niveles de confianza con sus entrenadores que les lleven a repetir año tras año y a acudir a ellos siempre que sea posible.
A los entrenadores de formación les diría que esta es una carrera de fondo.
Podría ser muy útil, no que hubiese un entrenador con jugador, pero sí veo equipos ACB con los que tengo relación en los que varios entrenadores se encargan de la mejora de ciertos jugadores. Y puede que esto termine convirtiéndose en una necesidad en la medida que sea importante que el jugador se encuentre cómodo con el trabajo, seamos capaces de generar emociones en el interior del jugador y tener unos códigos de comunicación entre que provoquen una mejora en el rendimiento.
Algún entrenador de referencia
Hace unos años tuve la suerte de conocer a Garrett O´Donnell, un entrenador que había estado en varios High School de Estados Unidos y un formador excelente. La experiencia de acompañarle allí, en Estados Unidos, me hizo cambiar el chip. Pero también te puedo hablar de Matías Camino, a quien pude ver trabajar en Dinamarca. Evidentemente, tener aquí a Evaristo Pérez, dándonos pautas de trabajo es también un lujo. Y qué decir de Óscar Yebra, con el que trabajo a menudo y que me parece un pedazo de entrenador.
En cualquier caso, los entrenadores que podemos usar como referencia son los que tuvimos en nuestra época como jugadores. En primera instancia, lo que hice fue compararme con ellos y tratar de imitar sus aciertos y corregir sus posibles defectos.
Seis entrenadores de la RBA estarán en Valencia para el Youth Procoach
Yo creo que el curso va a estar muy bien. He coincidido con muchos de vosotros en los cursos que habéis organizado, he hecho varias formaciones online y creo que es fundamental para nosotros ir a Valencia con la mente abierta. Al final llevamos varias semanas hablando entre nosotros, dándonos feedback, reconociendo lo que, creemos, estamos haciendo bien, pero realmente tenemos mucho que aprender, yo el primero. Cada día que entreno tengo más dudas, no sé si hago lo correcto y estar en Valencia en el Youth Procoach nos permitirá dudar, comparar y poner en práctica lo aprendido.
Vistos los nombres que habéis ido anunciando, supone una gran oportunidad ir y escucharles a todos ellos compartiendo el conocimiento que han ido acumulando con el cariño con el que lo suelen hacer.
Un mensaje para los entrenadores de formación
El mensaje es el que llevo transmitiendo muchos años. Esta es una carrera de fondo. Cuanto más nos formemos más vamos a poder luchar por el prestigio de esta profesión. Pienso que el baloncesto va mucho más allá de los resultados: no hace falta ser campeón de nada para ser un gran entrenador. Lo fundamental es trabajar honestamente, acompañar a los niños, estar convencidos para poder dudar. Y les diría que las dudas que nos invaden al principio se solucionan, bien con experiencia, bien con formación.
Me gustaría que los entrenadores con más experiencia se pongan al lado de la gente joven, que les generen dudas. Hay que darle frescura al baloncesto y la frescura se la van a dar los jóvenes con formación y la gente mayor que sigue dudando.